miércoles, diciembre 21, 2005

Veneno

«Por principio, nos inclinamos a afirmar que los juicios más falsos (y entre éstos los juicios sintéticos a priori) son para nosotros los más indispensables, que el hombre no podría vivir sin admitir las ficciones de la lógica, sin relacionar la realidad con la medida del mundo puramente imaginario de lo incondicionado y lo idéntico, y sin falsear constantemente el mundo introduciendo en él la noción de número hasta el punto de que renunciar a los juicios falsos sería renunciar a la vida, negar la vida. Admitir que lo no-verdadero es la condición de la vida es, evidentemente, oponerse de modo peligroso al sentimiento que se tiene habitualmente de los valores, y una filosofía que se permita tal audacia se coloca, por este solo hecho, más allá del bien y del mal» (Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal, RBA Coleccionables, Barcelona, 2002, p.44)
Nietzsche es veneno, ¡qué digo!, es una droga. Y bien, a veces caigo en esa adicción. El juego del más allá del bien y del mal puede ser también muy creativo. El niño-el artista, sólo conoce esa belleza.